Poeta, espadachín y celebradísimo ingenio de la Corte, don Francisco también, en los años de vigor en que lo conocí como amigo del capitán Alatriste, hombre galante que gozaba de predicamento entre las damas. Estoico, lúcido, mordaz, valiente, gallardo incluso en su cojera, hombre de bien pese al mal carácter, generosos con sus amigos e implacable con sus enemigos, lo mismo despachaba a un adversario con cos cuartetas que de una estocada en la cuesta de la Vega, enamoraba a una dama con un detalle gentil y un soneto, o sabía rodearse de filósofos, doctores y sabios que buscaban sus amenos conceptos y su compañía. Y hasta el buen don Miguel de Cervantes[.....] había mencionado a don Francisco como excelente poeta y cumplido caballero en aquellos celebrados versos:
Es el flagelo de poetas memos,
y echará a puntillazos del Parnaso
los malos que esperamos y tememos
Arturo Pérez Reverte El capitán Alatriste