martes, 17 de noviembre de 2009

Rosalía de Castro



Esta autora representa la poesía romántica sencilla e intimista, que perdura a finales del siglo XIX. El dolor estuvo muy presente en su vida desde su nacimiento, quizá por eso fue una mujer muy sensible al sufrimiento de los demás, sobre todo al de los débiles y desamparados: los pobres, los que deben emigrar para subsistir, los niños, los jóvenes abandonados. Todo ello configura una poesía de tono social, triste y melancólica. Asimismo, su obra manifiesta su identificación emocional con el paisaje gallego. Publicó narraciones y poemas. En gallego destaca la poesía de Cantares gallegos (1863) y Follas novas (1880); en castellano En las orillas del Sar (1884).












Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,


ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros;


lo dicen, pero no es cierto, pue siempre cuando y paso


de mí murmuran y exclaman:


-Ahí va la loca, soñando


con la eterna primavera de la vida y de los campos


y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,


y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.








-Hay canas en mi cabeza; hay en los prados escarcha;


mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,


con la eterna primavera de la vida que se apaga


y la perenne frescuar de los campos y las almás,


aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.








Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños;


sin ellos, ¿cómo admiraros, ni cómo vivir sin ellos?









En las orillas del Sar

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